domingo, 27 de noviembre de 2011

Save my soul...

Lo que aún no me explico es cómo lograste deambular por la planta baja de mi alma tantos minutos. Me robaste un par de folios y luego negaste conocerme cuando quise mirarte a los ojos.
 Prometí después escribirte lo que quisieras en folios que podrías llevarte a tu antojo y entonces diste media vuelta y desapareciste, dejándome a solas con todos los folios inmaculados tirados por el suelo. Eso hace enfadar a cualquiera, claro está, pero yo no tuve en cuenta que mi boli hubiera atravesado los folios. No sé qué es peor.
Ahora te asomas por las esquinas, creándome casi un principio esquizofrénico. Cada día me repito que no tengo cura para poder sobrellevar todos mis errores. Me marco un ritmo frenético que casi no puedo seguir para dejarlo todo en el cajón más profundo de mi memoria.
Pero en fin, ¿qué más da? Las palabras me hacen de flotador, de veneno de serpiente puestas en mi lengua.

Paul Verlaine

Il pleure dans mon coeur

Il pleure dans mon coeur
Comme il pleut sur la ville ;
Quelle est cette langueur
Qui pénètre mon coeur ?

Ô bruit doux de la pluie
Par terre et sur les toits !
Pour un coeur qui s'ennuie,
Ô le chant de la pluie !

Il pleure sans raison
Dans ce coeur qui s'écoeure.
Quoi ! nulle trahison ?...
Ce deuil est sans raison.

C'est bien la pire peine
De ne savoir pourquoi
Sans amour et sans haine
Mon coeur a tant de peine !

Llora en mi corazón

 Llora en mi corazón
 Así como llueve sobre la ciudad;
¿Cuál es esta languidez
 Que penetra mi corazón?

 Oh, ruido dulce de la lluvia
 ¡En el suelo y sobre los tejados!
 Para un corazón que se aburre,
 ¡Oh, el canto de la lluvia!

 Llora sin razón
 En este corazón que se da asco.
 ¡ Qué! ¿ Alguna traición?...
 Este duelo es sin razón.

 Es bien la peor pena
 De no saber por qué
 Sin amor y sin odio
 ¡ Mi corazón tiene tanta pena!
  

Preferiría no haberlo traducido en realidad, es la armonía silábica la que le da aún más belleza a este poema, muy apropiado para estos primeros días invernales en que los dedos de los pies sufren el frío mientras vamos perdiendo el color veraniego, dando paso al gris de la luz mortecina mezclada con las nubes.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

El frío como droga.

Llévame a lo más alto, hasta que el éxtasis me deje tirada en el suelo. Que la música, el frío, los folios, sólo sean invitados, que se queden mirando, sorprendidos en lo profundo de su médula espinal. Quiero no tener cara, que nadie sepa si ese comportamiento es o no propio de mí. Que el hielo esté instalado en mis huesos, que no me permita respirar. 
Nada importa. Dejar a las nubes grises que me miren, que me vean corriendo desnuda, al borde de la congelación, decirles que mis ojos combinan con su melancólico estado de ánimo. Quiero no ser nada para poder serlo todo. 
Que nadie me busque esta noche, que estoy haciendo aros de vaho en el balcón con el pestillo echado, con ganas de hablar con mis demonios y reírme de los nudos en mi garganta, de las presiones en mi pecho.
Quiero que alguien sienta un escalofrío si me mira a los ojos... o al menos que me guarde un instante en su retina mientras yo ya estoy lejos de allí, rogando por fugarme con la soledad a la desesperada. Decirle que la amo como a nadie, a gritos, en mitad de la Nada. 
Esto soy yo ahora mismo. Tal vez en un rato sea un gatito cariñoso y ronroneante. De ojos profundos y traidores.

martes, 22 de noviembre de 2011

S-D

La única explicación es un desacompasamiento en nuestros latidos. Lo único que se me ocurre para explicar todo esto es una descoordinación al sentir. Pero, ¿qué hacer?
El agujero se cierra, con la espina dentro...

domingo, 20 de noviembre de 2011

Con sueños en la cabeza y arena en los bolsillos.

 
Hasta el mismísimo amor sabe a ceniza,
los besos agonizan,
todos los días son arenas movedizas.
Un sueño que despierta mientras otro cicatriza...

sábado, 19 de noviembre de 2011

It's rain.

Mira la lluvia, cómo cae. ¿Ves, cariño, las gotas que durante medio segundo parecen ingrávidas? Cómo se desparraman a trompicones por el suelo, por los coches, por tu pelo,calando poco a poco a los valientes que andan sin paraguas.¿Lo ves?
¿No te parece, amor, que el tiempo pasa un poco más despacio? Es una sensación extraña esta de sentir chorreando los pies y algo cálido dentro, muy pequeñito y apenas perceptible que no sabría identificar; es raro.
Puedo quedarme mirando la lluvia todo el rato que haga falta mientras el silencio sea hermoso. Cerrar los ojos y escuchar el latir de las ínfimas gotas estampándose con violencia contra el suelo.
Hoy la lluvia parece más bella, no sé por qué será... Habla por mí y a la vez dice todo lo contrario. 
Nada se salva a la lluvia, todos los caminos sucios son limpiados.
Que llueva en mi interior, que lo necesito. ¿O acaso no son evidentes todas esas heridas que llevo a cuestas que sólo unas cuantas gotas de agua limpia podrían calmar? Lo siento, cariño, por querer robar todas las piedras del camino, cargarlas a mis espaldas y luego no tener fuerzas para amarte tantas veces... Tengo en común con la lluvia este frío que se va extendiendo poco a poco por todos lados, cada vez más hondo cuando las luces se van apagando... 
Sólo puedo pedir perdón y encogerme de hombros por quedarme callada cuando las gotas me acarician sin que el resto de cosas importe.
 

jueves, 17 de noviembre de 2011

A

Tengo un sobresaliente en destrozarme el corazón a cada paso. Y ya no sé si es consecuencia del frío, si el frío es el porqué o si ambas cosas y esta irónica sonrisa son el producto de un desequilibrio bien clavado.

martes, 15 de noviembre de 2011

Cinquième péché capital

¿Cómo acallarla? ¿Cómo controlarla? A veces resulta imposible y los estallidos más violentos son producidos en mi pecho. Cierro los ojos. No quiero que nada escape. Me miro al espejo; esos ojos que recuerdan a las ranas venenosas de las selvas, que con colores vivos atraen para destruir o simplemente espantan; como esas mariposas tan bellas que resultan ser tóxicas.
Lo único que tengo y parece marcar todo mi ser, toda mi esencia. Me guía por caminos iracundos que ayudan a los desequilibrios a desparramarse por mi interior... Mis ojos, que me hacen pecar tantas veces... 
El resto del tiempo soy una persona más o menos normal, más menos que más... Me salvan las palabras.
 Prometo ser buena equilibrada, prometo desnudarme y aprender a querer. Y espero que esta noche sea posible, me conformo con un rato.

martes, 8 de noviembre de 2011

Crítica por allí...

Hoy me ha servido para recordar. Y no este verano, ni el anterior ni melancolismos dramáticos. Hoy ha sido un día de llamada; nada especial, sólo un recuerdo de que lo más alto es a lo que aspiro. Un motivante para llegar al zénit. 
Yo creo que la mediocridad nace -entre otras muchas cosas...- de la falta de metas. ''En lo que sea, pero el mejor''. En cuantas cosas más mejor, pero manteniendo siempre como prioridad los valores, ya que, sin ellos, es imposible llegar al cielo en lo demás. Siempre mirando arriba sin dejar que nada ni nadie influya -sólo para bien- en tus pensamientos o percepciones. 
Siempre intentarán pisotearte, pero hay que hacerse fuerte como un tanque. Indestructible en la inestabilidad emocional. 
Joder, que yo quiero ser la mejor. El camino menos recto y con más piedras, pero es lo que deseo, el motivo que me guía. Todo se irá, mientras que sólo yo me seré fiel. Ni siquiera mi sombra estará en las noches tristes. 
Sonrío; nada es fácil, pero -casi- todo es alcanzable.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Ñam

Me como los límites, los destruyo. Juego a ignorarlos. Sonrío entre dolores y lloro en la más placencetera de las paces. Me creo invencible -pero sólo a veces; cuando miro al infinito y creo aún en el mundo-. 
Lenguas de fuego que lamen mi corazón y lo alivian en estas noches de frío mortífero que hielan mis dedos. Delirando en círculos, perfectos en -casi- toda su dimensión. Vuelven el tiempo infinito y al espacio, ridículo. 
Sigo ahí parada. Pensando en sueños y demás tonterías. El boli en mis dedos enrojecidos es lo único que se cumple cada noche... Me quedo embobada.
Salgo de mi burbuja y entro en el mundo, sólo para mirar la puesta de sol.