jueves, 19 de abril de 2012

martes, 17 de abril de 2012

Sh.

Tendré que aprender a llevarme bien con mi silencio. Aprender a no tener palabras algunas veces, y no sufrir por ello. Aprender que hay cosas y personas indefinibles. A que el peso de mis recuerdos no me haga creerme vieja de pronto si no tengo un papel donde escupir todo lo que siento. A que a veces mi sonrisa hable por mí. Que algunas punzadas se curan mejor respirando que llenando folios de ira, que el amor no tiene por qué hablar ni en ocasiones dejarse escribir, este desconocido rebelde airado...
Os amo, palabras, pero necesito silencio. Necesito respirar hondo y que fluyan hacia dentro, no hacia fuera. 
Necesito comprender que la poesía a veces sólo es sentida y no escrita. 


Silencio para esta noche, para este escalofrío y esta sonrisa...

domingo, 15 de abril de 2012

'Quiero ser tu desahogo cuando ya no puedas más'

Eso me digo cuando estoy al borde, cuando sólo quedo yo. Bonita calma que me arropa esa de cuando el mundo está muy lejos. Palpito tan fuerte que noto que la habitación se está quebrando, mi sonrisa crece a cada temblor. Me sudan las manos.
 La confusa red va creciendo, elevándose hasta el infinito, perdiéndose en lo gris del mar. Ondean las olas suavemente, con ese brillo de siempre, con la locura en espiral ascendente enredada entre los labios. Me evaporo. El silencio roto por la respiración entrecortada. Todo irá bien mientras los delirios prevalezcan.

miércoles, 11 de abril de 2012

Todo lo bello es triste mientras exista el tiempo.

Las noches son para dormir, o para dejar pasear la locura  sin correa mientras los segundos van golpeando en mi pecho. Ojalá dormir y soñar, y tener pesadillas horribles toda la noche, para despertarme sudorosa, temblando, y refugiarme de nuevo en el cielo matinal. Pero no, tengo que sentarme en la cama cada noche, a ver pasar los instantes, rozar cada minuto, acariciar las largas horas. Tengo que ahogarme en un insomnio helado, que me repite una y mil veces todo lo que no deseo escuchar, esas palabras que se pasan el día dormitando tras mis sonrisas y mi vicio por no parar un instante hasta caer rendida en la cama, pero que al llegar allí reviven, se cuelan por cada poro de mi ser y gritan sin control.
Cada noche me invade un silencio terrible, un vacío total, sólo roto por suspiros, que se apodera del mundo y monopoliza los sentimientos. Me dejo ser, no puedo luchar contra un fantasma, nunca se me ha dado bien. Me dejo dar tumbos sin control, preguntándome un millón de veces los quizases que guardo muy al fondo.
Ya no distingo entre día y noche, mis ojeras son perennes.

lunes, 2 de abril de 2012

S.S.

¿Qué es lo que tiene esta semana, que tanta tristeza me produce? ¿Serán esas nubes cenicientas que se pasean por el cielo sin rumbo, casi locas? Tal vez será el caminar sin sentido esquivando procesiones, dejándome caer en los rincones más apartados y malditos que pueda encontrar... Será este sol a ratos, que me consuela y me condena a un tiempo, mientras me dejo ser sólo un momento. Quizás el tiempo en exceso para torturarme con mis errores, con mis defectos, para imaginar y asfixiarme con los suspiros que se me escapan es lo que me produce esto...
No, sinceramente no lo sé. No sé por qué, pero ahí está todo esto, y respiro el dolor que a cada exhalación golpea contra las paredes y vuelve a mí. No lo entiendo pero lo disfruto a ratos, deliro y me escapo.
Empiezo a no llevarme muy bien con esta semana, auqnue no tenga nada que ver con nada, y con todo... Es perfecta para caminar solitaria y estamparme contra mis propias montañas de locura enardecida.