lunes, 11 de marzo de 2013

Obsesión.

Obsesión. Obsesión como forma de vida. De tortura. De asfixia.
A veces me sorprendo preguntándome ''¿Qué me pasa..?'' ¿Va en serio? ¿Soy tonta? ¿No está suficientemente claro?
Nada está en su sitio, no me encuentro, nada funciona. Se refleja en todo. En todísimo. ¿Cómo mierda voy a mantener la puta teoría que rige mi vida de que la felicidad es un estado interno cuando llevo meses...? Esos puntos suspensivos será todo lo que deje en palabras. Lo que pase entre mis neuronas es cosa mía. Esta desesperación es sólo mía. Y nunca mejor dicho. Por mucha angustia que haya en estas palabras, nadie... nadie puede comprender esto. Ni siquiera entenderlo. No. Salvaje sigo por ahí al fondo, pero mi brillo es distinto, y no logro adaptarme. El dolor me deja estúpida todo el día. Que se lo digan a mi muñeca y todos los tiros que fallo cada partido, a mi abrumadora mediocridad en cada cosa en la que antes brillaba...
Desgaste. Mucho asco.
Supongo que este año lo recordaré como el año de las obsesiones. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario