El tiempo late de pronto mucho más despacio. Va frenándose conforme atraviesa la ventana y me golpea. El silencio sólo roto por pequeñas melodías de luz. Las nubes se acercan y se van volviendo cada vez más densas y oscuras. Nero me mira, somnoliento, creo que él también lo siente.
Me adormila esta quietud que reina. Me obnubila.
Qué día más bonito y triste.
Que gracioso Nero, me lo imagino con carilla de pena mientras escribes (: jaja
ResponderEliminar