martes, 30 de diciembre de 2014

Autonotas

Y mis nervios,  que ya no sirven para nada,  tan rotos, tan crispados. Tan sensibles. Tanto me cabrea que lo sean que más vulnerable me vuelvo.  Y mis errores,  soplándome en la nuca, deseando que vomite, y yo que no puedo ni hablar con este nudo,  con estas ganas de nada; del universo entero transformado en nada.  Y estas ganas de llorar que no comprendo. 'Pareces feliz, pareces cansada, pareces ausente.' Y yo que lo parezco todo pero que no soy nada me estremezco.  Y tiemblo con estas ganas de rendirme al mundo,  de callar por fin y dejar de vomitar palabras para así llevar por fin el vestido limpio y las ganas del alma tranquilas. Pero, ¿cómo callar esta ruina que soy yo, este veneno contenido en palabras que soy y que asfixia hasta la agonía frente al atardecer en el mar -la calma, la cama-?

1 comentario:

  1. Momentos de reflexionar

    Cambia la tinta que es dificil leer

    Feliz calma, cama

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