miércoles, 26 de diciembre de 2012

Blup.

No lo logro entender. Escribo para no comprenderme, para perderme cada vez más y evitar la ardua tarea de encontrarme, de sentir aún más que ando perdida. Vomito sinsentidos que parecen cobrar vida al contacto con mi saliva, vomito detalles inexistentes que comienzan a formar parte del mundo tras el último suspiro. 
Y tú, hablando de cosas ilógicas, que no entran dentro de mi cordura formal. No puedo creerte, ni creer que este noche me cure los espantos que llevo aquí dentro; dualidad suicida, rozando la antilógica. Esa antilógica (me haré parte de la RAE sólo para patentar palabras como ésta) que llevo implícita, y que cada noche cobra vida sobre la sangre de mis arterias repletas de alcohol, de cerveza adorada, dulce y amarga como la punta de las palabras más afiladas. 
Y escribo sin control, como hago siempre desde que tengo uso de 'razón', muuuuuuy entre comillas. Y ámome, porque no creo que haya nadie más capaz de hacerlo, por muy triste que se lea. Así nos va.

Muérdeme hasta que pierda el sentido y lo recupere lejos de todo, muy lejos de la antilógica que predico con la lógica más arraigada en mi ser, llevándome a una razón módica y simple que me permita parar de sangrar, aunque ¡no! Sangrar es parte de mi necesidad de vivir.
Vivamos muriendo y recobrando el orden entre las páginas de la obra más enrevesada posible. Por favor. Necesito compañía para mi viaje a las estrellas; para mi suicidio al Sol.  Aunque esa compañía sea mero dolor que se desprende de mi alma para respirar aún mejor. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario