viernes, 31 de agosto de 2012

Que hoy el mundo puede esperar.

Regálame el cielo y un suspiro. Déjame ir, entiende este nudo en mi garganta que no se puede comprender. 'So sweetly'. Nada importa. Que si estoy triste es sólo por compartir las nubes de mi cielo. Por querer formar parte del escenario desde el que la Luna llena me vigiló ayer hasta la puerta de mi casa, acompañada de unas gotas furtivas que parecían hablarme de los caprichos del alma. Y así nos va... 
A solas con estas melodías, que son lo único que, atravesando el ya nombrado nudo que me atonta y me hace respirar cada vez más despacio, es capaz de llegar hasta mi estómago y hacer a la bilis bailar. Con luz suave y el brillo arisco.

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