lunes, 27 de agosto de 2012

Ahógame en el éxtasis.

Arrástrame al abismo al menos... Muy al fondo. Húndeme en la más terrible miseria. Llévame al más terrible fondo de los fondos. Al nunca jamás de los jamases. Pero que si tengo que aguantar algo que imponga la sociedad entre tú y yo, que sea lo peor. Que me lleve al delirio, a las más corrosivas de las lágrimas. Que si quieres pasar por mi recuerdo, que me lleves al fondo más mortal y doloroso. Que no haya posibilidad de olvidarte. Que si quieres llevarme al cielo, que sea al zénit, al más mortal de los vuelos, donde no haya oxígeno, ni para bien ni para mal. Que tus dedos sepan a fuego y tu lengua tenga el regusto de la absenta, de la cerveza ardiendo. Cuélate. Hazme perder el sentido y recuperarlo al borde de la muerte. Que si quieres formar parte de mi infierno, que me quedes grabado a fuego por siempre jamás de los jamases. Sobre el acero de mis labios te quiero. Haciéndome sangrar hasta el grito. Hasta la locura y más allá. Seas quien seas,  que si quieres quedarte en mi recuerdo, que sepas que has de hacerlo sin compasión.  Es tan fácil que el mundo sea nuestro que asusta... 

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